"Ya lo ves, aquí sigo fiel, el que nunca se casa y abandona su casa..." Así comienza el popurrí de esta chirigota. "Vamos a darle un poco de cariño al tío... Un día me eché una novia que me salía muy cara... Si la llevaba a un bar, sólo quería cubata, y a mí sólo me llegaba para una cerveza de lata... Zapatero, lo estás haciendo muy bien... Pero los pisos pa jovenes deberías de quitarlo, así que no inventes cosas nuevas que como están las cosas está muy bien... A mi gato lo han estrangulao, ha aparecido muerto en la macetilla... Seguro que la mano que apretó al gatillo ha sido de una vecina que se llama Maruja, que es una psicópata de animalitos... Tú lo que quieres que no huela a tigre debajo de mi cama, pero a mí me encanta... Yo estaba estudiando Empresariales y hasta en recreo sacaba cates... Dame, pero dame más flojito, que los golpes en la cabeza afectan al cerebro y te puedes quedar tontito... Chiquitita, cuándo vas a crecer... Qué vergüenza me haces pasar en el vestuario de futbito... Chiquitita, da el estirón, que las pibas vienen y van y desaparecen... Y cuando me voy a duchar, tú te encoges más y te quedas más chiquitita... ¡A pintar!... Hoy no me puedo levantar... Ojú mi mare no es pesá... Si estando contigo me siento feliz, pa qué quiero yo complicarme la vida... Ya tengo edad para aguantar que alguien me ponga la cara colorá... Decirme adiós, que ya no vuelvo hasta las diez..." Y con esa promesa se termina el popurrí de esta chirigota gaditana.